LA ATENCIÓN SOCIO-SANITARIA

A lo largo del siglo XX hemos asistido a profundos cambios en la estructura demográfica y social, así como en los patrones epidemiológicos. Una mayor esperanza de vida, avances en las enfermedades crónicas y degenerativas, junto a nuevos hábitos sociales han dado como resultado, en todos los países desarrollados, un envejecimiento de la población y un aumento de las situaciones de discapacidad y de dependencia.

Esta situación exige que nuestros dispositivos de apoyo a los mayores y dependientes se adapten a las nuevas demandas con el fin de prestarles los cuidados para que mantengan al máximo su autonomía básica de funcionamiento y, en caso necesario, suplir sus carencias con los recursos adecuados.

Aquí es donde la atención sociosanitaria aparece como la alternativa necesaria al estar conformada por una estructura de asistencia sanitaria y por una estructura de asistencia social, que actúan coordinadamente en beneficio de las personas, tanto si este se encuentra en su entorno familiar como si necesita otros dispositivos.

En la atención a estos usuarios, que constituyen la parte más vulnerable de la sociedad, es más exigible una visión integral de la salud, en su triple dimensión, física, mental y social. Esto lleva a una atención con un curso continuado, que va desde las acciones preventivas de la dependencia y de promoción de la salud, pasando por las curativas, hasta culminar con los cuidados paliativos que mejoran las situaciones terminales de procesos incurables.

Exigible es, igualmente, que el acceso a la atención sociosanitaria, que se debe facilitar en la mayor medida posible, tenga plenas garantías de equidad.

Todos, facultativos, profesionales de enfermería y el resto de personal sanitario, están plenamente implicados en este tipo de atención. Se debe subrayar la categoría humana que les acompaña y que hacen de su trabajo un verdadero ejercicio de entrega a los demás.

Lograr una vida más digna para mayores y dependientes es tarea de todos. Los servicios sociosanitarios han de contribuir activamente a lograr estos objetivos mediante la educación y capacitación de los propios mayores para afianzar su autosuficiencia; a través de la formación de cuidadores a domicilio que permitan ayudar a la familia a suplir las necesidades del discapacitado y, por fin, con los dispositivos adecuados que les garanticen la mayor calidad de vida posible.

Si el desarrollo socioeconómico y la medicina han contribuido a añadir años a la vida, debemos seguir trabajando para cumplir con un objetivo de la OMS: "Añadir vida a los años".


Webs sobre el tema, se requiere claves de acceso:

  • Atención socio-sanitaria a personas dependientes en instituciones sociales:

  • Atención socio-sanitaria a personas en el domicilio:

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